Como adventistas del Séptimo Día reconocemos la importancia que tiene adorar a Dios en espíritu y en verdad, y por ende, rechazar cualquier tipo de celebración pagana que vaya en contra del cristianismo y que de aguna u otra forma le de loor a los dioses y a las tradiciones paganas, entre ellas la del carnaval. Y es que oculta bajo el manto de los disfraces y de algunos juegos que parecen inofensivos la intención detrás de la fiesta de los carnavales tiene el denominador común de adorar y recordar a falsos dioses y creencias.
Como cristianos y adventistas del séptimo día rechazamos celebrar este tipo de eventos pero aprovechamos la ocasión para recordarle al mundo entero cuá es el único Dios verdadero y cómo se le debe rendir una verdadera adoración y loor.
Ahora reflexiones por un momento; fiestas y parrandas, bailes obscenos, cuerpos al descubierto, insinuaciones a relaciones sexuales, violencia, alcohol, drogas, desenfreno: ¿Es acaso esto una fiesta propicia para que un Cristiano debería celebrar?; Por supuesto que no, ese tal Rey momo, dios de la burla, burla hacia el Padre, Hijo, Espíritu Santo, el verdadero Dios. Antes bien no nos debemos mezclar con esas cosas, tal y como lo dice la palabra de Dios en:
1) Romanos 8:7 “Por cuanto los designios de la carne son enemistad contra Dios; por que no se sujetan a la ley de Dios, ni tampoco pueden”
2) Santiago 4:4 ¡oh almas adulteras! ¿No sabéis que la amistad del mundo es enemistad contra Dios? Cualquiera pues que quiera ser amigo del mundo, se constituye enemigo de Dios.
En síntesis, si por festejar carnaval usted quiere decir “tomarse las vacaciones” en esos días para descansar, no hay ningún problema, entonces puede hacerlo. Pero si quiere decir “desenfreno, lujuria e idolatría con antifaz”, la respuesta es: Apártese del mal y haga el bien.
“Apártese del mal todo aquel que invoca el nombre del señor”.
Historia del Carnaval
El carnaval tiene su origen en las fiestas paganas que se realizaban hace más de 5.000 años en Sumeria y Egipto y en las saturnales del Imperio Romano, que veneraban a Saturno, señor de la cosecha. Eran ritos de purificación, celebrados en el mes de febrero y que daban cuenta del pasaje de un año a otro en el que se producía la renovación del cosmos.
En esos festejos los romanos se entregaban a los designios de una deidad de la mitología griega, Momo, dios de la burla y la locura, famoso por divertir a los dioses del Olimpo con sus críticas agudas y mímica grotesca. Más tarde, en la Edad Media, ya era costumbre que en las llamadas "fiestas de la locura" la gente gastara bromas en lugares públicos oculta detrás de un disfraz.
La Iglesia Católica intentó poner un freno, aunque sin éxito. Así, los carnavales fueron incorporados al calendario cristiano y concebidos como un período de excesos permitido antes de la abstinencia de Cuaresma. Los festejos duraban hasta tres días antes del Miércoles de Ceniza. Estas costumbres se difundieron desde Roma hacia Europa y más tarde llegaron a América, de la mano de los conquistadores.
Los jóvenes adventistas y la celebración del carnaval
Ser cristiano es asumir un estilo de vida diferente, no sólo por cargar una Biblia bajo el brazo y asistir a una Iglesia de forma regular, es algo que se refleja al cien por ciento en el estilo de vida. Esta premisa la tienen muy clara los jovenes adventistas que desean mantenerse fieles a Dios por sobre todas las cosas.
La juventud adventista es consciente de las tentaciones y acechanzas que sobre ellos se ciernen día a día en un mundo lleno de ofrecimientos pecaminosos de la más variada índole. Por ello, desde hace muchos años el departamento del Ministerio Juvenil de la Iglesia Adventista ha venido realizando diferentes eventos y actividades que reúnan a los jovenes en las épocas en las que el mundo por lo general se dedica a celebrar y rememorar algunas tradiciones y ritos paganos.
El ejemplo más visible y durante el cual muchas personas se dedican a disfrazarse o a participar de eventos alusivos al Rey Momo, El Carnaval, es aprovechado por la juventud adventista para realizar actividades al aire libre o cualquier tipo de esparcimiento que les permitan pasar y compartir unos días totalmente diferentes.
En los clubes juveniles adventistas ( Conquistadores y Guías Mayores), el asueto de carnaval es tomado en cuenta para realizar un campamento que les sirva a sus miembros para preparse para el campamento de semana santa. Otros jovenes adventistas que no pertenecen a los clubes J.A realizan excursiones a la playa o la montaña. Contemplar a naturaleza en estos días feriados siempre es una excelente opción para marcar la diferencia.
Con actividades como estas la juventud adventista demuestra que sabe aprovechar las celebraciones seculares para fortalecer su condición física, social y espiritual y marcar la diferencia en un mundo que clama por esperanza.
Fuente: "http://asovecen.interamerica.org/la-iglesia-adventista-del-sptimo-da-y-la-celebracin-del-carnaval"