La Organización Mundial de la Salud (OMS) reconoció al sistema educacional adventista como promotor de la salud hace unas semanas.
La Red Internacional EPODE, de la Organización Mundial de la Salud, que trabaja con gobiernos para garantizar la sustentabilidad de programas de índole comunitaria y prevención de la obesidad en todo el mundo, certificó a las 25 escuelas primarias y secundarias adventistas de El Salvador, durante una ceremonia especial en la Escuela de Capacitación Adventista Salvadoreña. Las escuelas han estado tomando parte en la iniciativa “Quiero vivir sano” de la iglesia.
“Elena G. White dijo hace más de cien años que es necesario cuidar de la salud y ustedes, los adventistas del séptimo día, que tienen este valioso mensaje, necesitan expresarlo en voz alta y compartir ese conocimiento con todos, para que las multitudes se beneficien”, dijo el doctor Armando Barriguete, presidente de la Red Internacional EPODE. Barriguete celebró la obra de la Iglesia Adventista, recorrió varias escuelas adventistas y dialogó con los estudiantes.
Por su parte, la ministra de salud de El Salvador, la doctora Violeta Menjivar habló sobre el aumento de la obesidad en el país de América Central.
“Como funcionaria de gobierno, como ministra de salud, estoy alamarda por el aumento de la obesidad y los problemas de salud que afectan a los niños y los jóvenes de El Salvador”, dijo Menjivar.
La ministra de salud de El Salvador, la doctora Violeta Menjiva, dijo que el gobierno quiere asociarse con la iniciativa “Quiero vivir sano”, del Sistema Educativo Adventista.
Las cifras son alarmantes. Una encuesta nacional de salud de 2014 halló que hubo un cincuenta por ciento de aumento de la obesidad en los niños de hasta cinco años en comparación con años anteriores.
Menjivar afirmó también que el gobierno quiere asociarse con la iniciativa de salud del Sistema Educativo Adventista. “Usen todos los medios de comunicación para dar a conocer su iniciativa; nosotros queremos unirnos a ustedes, para que podamos contribuir a mejorar la salud en El Salvador”, expresó.
Belkis Archbold, directora de ministerios de salud de la Iglesia Adventista en Interamérica, felicitó a los líderes y educadores de la iglesia por su obra pionera en garantizar la certificación de la iniciativa con la Red Internacional EPODE. El Salvador se convierte así en el segundo país del territorio de la División Interamericana en incluir la iniciativa “Quiero vivir sano” en todas las instituciones educativas adventistas. Las instituciones educativas adventistas de la región Mexicana del Norte comenzaron a implementar la iniciativa el año pasado.
“Un niño que come sano llegará a ser un adulto sano”, dijo Archbold.
Tener estudiantes, maestros y padres sanos es precisamente el objetivo de la iniciativa de salud”, dijo la doctora Xenia Burgos, directora de educación de la Iglesia Adventista en El Salvador.
Burgos dijo que la iniciativa comenzó con la capacitación de los 285 docentes del sistema educativo adventista, donde se les enseñaron conceptos, principios e ideas sobre cómo implementar el programa desde los salones de clase preescolares hasta el nivel secundario.
“Nuestros docentes se apuntaron ellos mismos en el plan”, explicó Burgos. “Aprendimos, vivimos y practicamos nosotros mismos los ocho hábitos saludables, y efectuamos cambios en nuestro estilo de vida”.
Después de ocho semanas de vivir un estilo de vida saludable, los docentes coordinaron una semana de salud en cada una de las 25 instituciones educativas adventistas. La semana después, se desafió a los estudiantes para que pongan en práctica los remedios naturales durante las siguientes ocho semanas.
Un cambio importante incluyó el remplazo de la comida chatarra con cereales, frutas y juegos en las escuelas del sistema.
Xenia Burgos, directora de educación de la Iglesia Adventista en El Salvador, dice que los 285 docentes de las escuelas primarias y secundarias adventistas participaron en la iniciativa de salud antes de que pasara a ser parte del sistema adventista de educación en el país.
“Quisimos garantizar que nuestros estudiantes tuvieran solo alimentos sanos en las tiendas de nuestras escuelas”, dijo Burgos. “Esto también marcó una gran diferencia”.
Al mismo tiempo, se animó a los padres para que tomen decisiones sanas, gracias a seminarios sobre la iniciativa “Quiero vivir sano”, explicó Burgos. La iniciativa ya ha sido incluida en el currículum de cada una de las instituciones educativas, junto con medidas para mejorar la higiene y el tratamiento de los desechos, entre otros temas.
La iniciativa de salud presenta una gran oportunidad para el 65 por ciento de estudiantes de las instituciones educativas adventistas que no son miembros de nuestra iglesia, añadió Burgos.
“Elena G. White expresó en el capítulo cuarenta de su libro La educación que cuando los estudiantes salgan de nuestras escuelas, deberían tener mejor salud y comprender mejor las leyes de la salud que cuando llegaron, de manera que creemos que esto es sumamente importante, y seguirá implementándose en nuestras escuelas”, dijo Burgos.
La iniciativa “Quiero vivir sano” de la División Interamericana incluye la promoción de ocho remedios naturales que se necesitan para vivir una vida más sana: el agua, el descanso, el ejercicio, la luz del sol, el aire puro, la nutrición, la temperancia y la esperanza en Dios.